El PDRN se ha convertido en uno de los ingredientes más comentados de la cosmética coreana. Suena a ciencia ficción, pero tiene base real: deriva del ADN del salmón y se usa para regenerar la piel desde dentro. Durante años solo estaba presente en tratamientos médicos, pero ahora forma parte de sérums y cremas que puedes usar en casa.
El PDRN actúa a nivel celular, ayudando a reparar, hidratar y rejuvenecer la piel. Regenera la piel, ayuda con las marcas de acné, mejora la barrera cutánea y aporta esa luminosidad saludable que muchas veces se pierde con el estrés o la deshidratación. Es ideal para pieles apagadas, con marcas de acné, o que empiezan a mostrar los primeros signos de envejecimiento.
Para aprovecharlo al máximo, lo mejor es introducirlo poco a poco. Una buena rutina con PDRN empieza con una limpieza suave, seguida de un sérum con este activo y una crema que mantenga la hidratación. Por la mañana, el protector solar no es opcional: es lo que garantiza que el PDRN trabaje sin que los rayos UV saboteen el propósito de tu rutina.
Aunque es un ingrediente versátil, siempre conviene adaptarlo a tu tipo de piel. Combinado con antioxidantes como la vitamina C o con retinol, puede potenciar aún más sus efectos y mejorar la textura y el aspecto de la piel con el paso de las semanas.
El PDRN espero que no se queden en una moda porque es un buen paso adelante en la cosmética regeneradora. Si buscas una piel más uniforme, hidratada y luminosa, este puede ser el ingrediente que marque la diferencia en tu rutina.
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